Uno de los aspectos más valorados en un puesto de trabajo es el hecho de que dicho trabajo te permita estar continuamente aprendiendo y creciendo profesionalmente. Algunos trabajadores estarían dispuestos a reducir su salario si esto le permite trabajar en una compañía que le motive. Las generaciones más jóvenes son conscientes de la necesidad de desarrollarse profesionalmente a lo largo de toda la vida para prosperar. Fomentar una cultura de aprendizaje en las empresas tendrá un impacto positivo en la rentabilidad y éxito de la empresa, así como en los trabajadores.
La posibilidad de seguir formándose dentro de la empresa, aprender nuevas destrezas relacionadas con su puesto, incrementa el bienestar del trabajador lo que se traduce en una mayor productividad y beneficio para la empresa, ya que el rendimiento de los trabajadores repercute directamente en la rentabilidad de la compañía y en la satisfacción de los clientes.
Apostar por el aprendizaje y la formación de los empleados ayuda al crecimiento de la empresa. Si cada trabajador aprende nuevas habilidades, será capaz de realizar tareas nuevas y será más polivalente, evitando así el problema de la obsolescencia del conocimiento.